LA GRAN INVOCACIÓN
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluyan a las mentes de los seres humanos,
Que la Luz descienda a la Tierra.
Que afluyan a las mentes de los seres humanos,
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que fluya amor a los corazones de los seres humanos,
Que Cristo retome la Tierra.
Que fluya amor a los corazones de los seres humanos,
Que Cristo retome la Tierra.
Desde el centro donde la voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los seres humanos.
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los seres humanos.
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los seres humanos,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la luz, el Amor y el Poder, restablezcan el Plan en la Tierra.
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la luz, el Amor y el Poder, restablezcan el Plan en la Tierra.
Esta invocación no es propiedad de ningún individuo o grupo especial. Pertenece a la humanidad.
La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales que todos los seres humanos aceptan innata y normalmente, la verdad de la existencia de una inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios; la verdad de que detrás de las apariencias externas, el Amor es el poder motivador del Universo, la verdad de que vino a la tierra una gran individualidad llamada Cristo por los cristianos, que encarnó ese Amor para que pudiéramos comprendedlo, la verdad de que el Amor y la Inteligencia son consecuencia de la Voluntad de Dios y finalmente de que el Plan Divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.
La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales que todos los seres humanos aceptan innata y normalmente, la verdad de la existencia de una inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios; la verdad de que detrás de las apariencias externas, el Amor es el poder motivador del Universo, la verdad de que vino a la tierra una gran individualidad llamada Cristo por los cristianos, que encarnó ese Amor para que pudiéramos comprendedlo, la verdad de que el Amor y la Inteligencia son consecuencia de la Voluntad de Dios y finalmente de que el Plan Divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.